El espacio se contenía en escalofríos, ganas de retroceder, miedo a olvidar, ser parte obsoleta de tu ayer, muerta, desaparecida, inexistente... sin rastro en tu memoria, al fin... Qué he sido para ti?
Son estos frágiles tormentos puntiagudos y filosos clavados en mis pensamientos, esas mis palabras que fueron usadas como arma de doble filo, lo que parecía ser la mejor defensa al tiempo que me llevaron a la peor derrota.
Después de ser carnada para el monstruo del reflejo ajeno... decidir salir de la tierra donde yacía la reputación, condenada a pena, librando las cadenas del juicio... Si había muerto por aquello que dije y no, sólo esperaba este destello de resurrección.
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