Desde que Guy mi primer gato murió, la manera mas sencilla de canalizar mis penas, agobios o tristezas era hornear, hacia galletas al gusto de los demás era solo el pretexto para sacar el sentimiento, un día alguien me pidió le hiciera unas galletas de jengibre, yo loca y emocionada por ese alguien, hice unas galletas deliciosas y tan bonitas que daba pena comer, entonces decidí que si no estaba feliz no volvería a hornear.
Esta noche-madrugada he vuelto a hornear con la misma euforia, aunque diferente, escuchando heavy metal y batiendo, Caruzo y Pimienta ( mis nuevos gatos) me acompañan curiosos, es la primera vez que horneo galletas para mi, compartir aquí la dicha y desdihas que me genero es algo que también me ayuda a canalizar mis sentimientos y sobre todo mis pensamientos, esta vez percibir que no hay nada mejor, ni mas delicioso que hacer las cosas para si, es una gran dicha, disfrutar cada mordida si esperar que los demás aprueben el sabor de tu cocina es un milagro (ja!).
He comido masa sin que mi mami este atrás diciendo que me voy a enfermar de la panza, he adaptado la receta de las galletas a mi gusto con nuez y chips aunque esas galletas "no deban llevar", por primera que me atrevo a sabores exóticos (plátano), con libertad de escuchar la música que me gusta y disfrutar de un rato exquisito!!
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