"Es la vida allí estar, tan fijamente como la helada altura transparente lo finge a cuanto sube, hasta el purpúreo límite que toca, como si fuera un sueño de la roca la espuma de la nube" ... Jorge Cuesta

miércoles, 17 de marzo de 2010

Saboreando


En esta vida podemos degustar diferentes sabores, estos nos llevan a percibir olores los que la mayoría de las veces nos inducen a las asociaciones y eso no son más recuerdos...

Recuerdo mucho mucho a mi abue Amelia (mamá de mi ma), siempre que llegabamos a su casa se podía percibir un olor a especies pimienta, clavo.... también mucho olor a ajos, cebollas y chiles de todo tipo, un olor que a lo mejor a muchos no les gustaría, pero a mi en especial me hacia inmensamente feliz, porque sabia que siempre mi abue tenia comida deliciosa para todos.

Amelia disfrutaba muchísimo de toda la comida, si de verdad no había platillo que no le gustara y a la hora de cocinar o compartir comida con ella no había cosa más deliciosa que ver como disfrutaba de aquello que se llevaba al pico. Por mi abue comencé a probar sabores que por propia gana no me inspiraban nada de gusto, fue por accidente y al ver lo rico que ella comía que me empece a animar a probar, después de ser la melindrosa por excelencia en mi casa, con Amelia podía pasar horas comiendo, a pesar de todo aquello que nunca imagine probar o aún peor jamás imagine que me llegara a gustar.

Es así como veo la gran lección que inconscientemente mi abue me dejo como la reliquia más preciada de su ser, todo es como la comida... a veces puedes acabarte la vida en bocados grandes sin percivir los sabores que tiene, sin darle un verdadero sentido a todo aquello que viene a deleitar el paladar, hay que tomar el gusto y disfrutar al dar el bocado, saborear hasta el ultimo ingrediente incluido en cada momento y degustarlo a placer, no importa que muchas veces los sabores no sean los esperados, hay más emoción al descubrir algo no calculado o algún ingrediente sorpresa y aunque muchas veces los bocados sean agrios siempre hay hago que pueda hacer la diferencia y convertir ese sabor en algo mágicamente agridulce.

3 comentarios:

  1. Cuando las cosas que están a tu alrededor no te provocan ninguna emoción, es porque has caido en la rutina.

    Cuando comencé a cocinar, y a tomar fotos, me dí cuenta que hay muchas más cosas, más detalles que antes pasaban desapercibidos.

    Es seguro afirmar que Amelia hacía eso con corazón, y dejó en ti plasmada una huella, el que imagines tan solo esos olores hace que renazcan muchos momentos... cada quien deja huella en los demás ojalá todos podamos hacer algo que cuando lo toquemos, veamos, respiremos (oler), escuchemos... nos permita con esos, nuestros sentidos, revivir esos momentos... (así como a mi me pasa muy seguido con cosas que me hacen recordar a mi hermano)....

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  2. Despues de leer tus últimos comentarios Mariana no me extraña descubrir que eres una persona maravillosa producto de una infancia de lo mas linda, tu lectura es enriquecedora y de verdad ahora se que no solo eres una mujer hermosa por fuera, sino aun más por dentro, nunca cambies.

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  3. gracias por leerme y por tan bellas opiniones :) ... saludos :D

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